El día 1 de julio de 2013, asumieron las nuevas autoridades en la Asociación de Abogados de Buenos Aires, con mandato 01.07.2013 – 30.06.2015, realizándose el traspaso de mando y puesta en funciones por parte del presidente saliente Dr. Carlos Cruz a la Dra. María del Carmen Besteiro. En el marco de la reunión fueron aprobados los cargos asignados a los vocales elegidos para el nuevo mandato, quedando de esta manera conformada la nueva Comisión Directiva:
Presidenta
Maria del Carmen Besteiro
Vicepresidencia 1º
Alejandro Carlos Gómez
Vicepresidencia 2º
Elsa Marta Rodríguez Romero
Secretaría General
Marcela Alejandra Hernández
Prosecretaría
Guillermo Lázaro Goldstein
Secretaría de Hacienda
Silvana Carolina Capece
Secretaría de Prensa y Comunicación
Renée Inés Nemirovsky
Vocales Titulares
Carlos Rodolfo Cambiaso
Lucrecia Noemí Córdoba
Ángel Atilio José Bruno
Maria Alicia Godoy
Rebecca R. de Rutenberg
Álvaro Javier Duarte Vera
Vocales Suplentes
Federico Matías Percovich
Juan Pablo Zanetta
Maria Eugenia Bentancurt
Claudio Adrián Bliman
Nina Isabel Brugo Marcó
Osvaldo Carlos Sidoli
Alba Rocío Cuellar Murillo
María Ester Alonso Parada
Nelly Minyersky
Gustavo Rolando Rojas
María Magdalena Gaim
Carlos Alejandro Acquistapace
Comisión de Vigilancia
Titulares
Jose María Pizzorno
Sandra Fodor
Guillermo Patricio Cánepa
Suplentes
Alicia Susana Mutilva
José Console
Carlos Alberto Oscar Cruz
Toma la palabra la Dra. Maria del Carmen Besteiro quien expresa: " Voy a comenzar agradeciendo a quienes nos acompañan en este acto que, como toda renovación de autoridades, es un momento muy importante tanto para la vida de la institución como de las personas que ingresamos en su conducción.
Quiero agradecer la masiva presencia de colegas que nos acompañan desde los distintos roles que nos toca desempeñar a quienes hemos elegido el camino del derecho para nuestro desarrollo profesional. Me refiero a quienes se ocupan de administrar justicia, abogar por los derechos de la ciudadanía, trabajar en la formación de nuevos profesionales, administrar desde los distintos organismos estatales, legislar, etc.
También quiero agradecer a aquellos que no están vinculados con el derecho y nos acompañan desde el afecto. Especialmente quiero hacerlo a mi madre, mis hijos Candela, Carolina y Diego, a Leo, a mi hermano José Manuel que me invitó a asociarme y al resto de mi familia, que siempre me han apoyado en esta tarea tolerando las ausencias que ello implica.
Tradicionalmente, este acto sirve para presentar a quienes tendrán la responsabilidad de conducción en un nuevo período, que el presidente saliente haga un balance de su gestión y en este caso “la” entrante señale los lineamientos de la nueva.
En este sentido quiero destacar que esta comisión directiva que hoy asume se propone continuar las mejores tradiciones de nuestra institución y cumplir plenamente con los objetivos que nos marca el artículo 1 de nuestro estatuto,
Defender el estado de derecho, las instituciones democráticas de la República y los derechos humanos, consagrados en las constituciones de la Nación y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”.
Propender al progreso de la legislación en general a fin de que responda a las necesidades del país;
Contribuir al mejoramiento de la administración de justicia;
Organizar servicios de asesoramiento legal gratuito a las personas carentes de recursos;
Intervenir en la forma legítima que considere más eficaz, cuando algún asociado fuere agraviado con motivo del ejercicio de la profesión;
Fomentar los vínculos de camaradería y el desarrollo de un elevado y solidario espíritu profesional;
Velar por la observancia de las normas de ética profesional, sancionando sus transgresiones;
Defender los derechos colectivos y difusos, actuando en interés y/o representación de personas o instituciones.
Quiero destacar que, en lo personal, voy a trabajar en estos objetivos no solo por una obligación estatutaria sino porque tengo la convicción de su importancia y me siento plenamente identificada con ellos.
Para cumplir estos fines, nos hemos planteado como método respetar a rajatabla lo que ha sido un signo distintivo de la AABA desde su fundación: la independencia orgánica de la institución y quienes la conducen de los poderes del Estado, de los partidos políticos y los grupos económicos.
La conformación de esta comisión es plural en todos los sentidos. Refleja la intergeneracionalidad y equidad de género. En ella también están representadas las distintas modalidades en el ejercicio profesional y expresiones ideológicas. Pero siempre, compartiendo la firme convicción de la defensa irrestricta de las instituciones democráticas de nuestra república y los derechos humanos. Sin duda esta mirada plural, será nuestra principal fortaleza a la hora de tomar decisiones. Nos obligará a trabajar en la búsqueda de consensos para realizar nuestro pequeño aporte a la construcción de un mejor derecho y una mejor justicia que en definitiva se traducen en una mejor vida para la sociedad.
Y es con esta mirada plural que nos proponemos profundizar el trabajo en algunos de los objetivos señalados en nuestro estatuto.
Respecto de los vínculos de camaradería y el desarrollo de un elevado y solidario espíritu profesional creemos que esta tarea marca una nota muy característica de esta Asociación.
En este sentido, procuraremos ampliar la tarea que nuestra institución viene realizando para colaborar con la formación de las nuevas generaciones. Para ello buscaremos sumar más grupos de trabajo en los que se solidarice el conocimiento. De manera tal que, guiados por quienes tienen más experiencia, las socias y los socios de nuestra institución puedan canalizar sus dudas y casos a través del trabajo en talleres. Con ello buscamos dar un plus a la transmisión de conocimientos ya que vamos a ocuparnos no solo sobre el conocimiento teórico, sino aplicado al caso concreto de quien lo plantea. Esto es lo que llamamos democratización del conocimiento o cooperativa de conocimientos. Sé que las autorreferencias no suelen ser simpáticas, pero la realidad es que tengo muy en claro la utilidad de este método porque lo hemos practicado desde los comienzos en la comisión de seguridad social.
Queremos que esta casa sea para las jóvenes generaciones, lo que es para quienes llevamos años transitando sus salas. La asociación no es solo una academia o una institución que se limita a prestar servicios, sino un lugar de pertenencia, que nos contiene profesional y personalmente. Por ello no nos limitaremos a compartir el trabajo profesional sino que buscaremos crear nuevos espacios de encuentro que permitan estrechar vínculos personales.
Otro punto es la representación de los asociados en la defensa de los intereses profesionales legítimos.
Esta tarea que nos señala el estatuto adquiere nuevas dimensiones en estos días. En las últimas décadas asistimos a la litigiosidad masiva. En distintas oportunidades hemos observado como la judicialización de reclamos termina siendo un canal de contención frente a la crisis social. Así vimos como los reclamos de los jubilados y de los ahorristas, entre otros, se trasladaron de la calle a los estudios jurídicos y de allí a los tribunales. Esto que descomprime las calles en los primeros momentos termina presionando sobre el presupuesto. Y es así que en muchas oportunidades terminamos siendo acusados de motorizar la industria del juicio. La realidad es que los abogados no somos quienes con nuestro trabajo generamos el conflicto sino obreros de esta difícil empresa que representa en muchos casos lograr la restitución de un derecho.
Por eso vamos a ser muy firmes en la defensa de nuestra profesión y vamos a ejercer todas las acciones que sean necesarias para evitar que se nos vuelva a tratar despectivamente o se nos señale como generadores del conflicto cuando nuestra única tarea es resolverlo. No vamos a permitir que se tire un manto de sospecha sobre nuestra actividad y vamos a trabajar contra las limitaciones que se vienen imponiendo al ejercicio profesional exigiendo el cumplimiento de las leyes que amparan nuestra tarea.
Un apartado especial merece el objetivo referido a contribuir al mejoramiento de la administración de justicia. Ríos de tinta han corrido sobre este tema en los últimos meses y sin duda ha sido tema de debate en nuestro ámbito. El vértigo de los acontecimientos y los distintos posicionamientos de quienes formamos parte de esta institución nos han colocado en un lugar poco usual en temas como este. No se logró consensuar una posición respecto del llamado paquete de leyes de reforma judicial y así se hicieron observaciones, por mayoría, a las leyes de creación de las Cámaras de Casación, de reforma del Consejo de la Magistratura y de reglamentación de medidas cautelares en los juicios en que el Estado es parte.
En esa oportunidad señalamos la necesidad de un mayor debate y que para obtener un sistema de Administración de Justicia más eficiente y comprometida con los intereses de la Nación y el pueblo se requieren no solo cambios institucionales sino también culturales. Estos últimos solo pueden lograrse a través de un intercambio de ideas que permitan un mayor análisis y debates más profundos, con la participación de abogadas y los abogados, siempre en el marco de un apego indeclinable a nuestra Constitución y a los intereses del pueblo.
En la actualidad todos los proyectos son ley, pero parte de esas reformas no se aplicarán en razón de su declaración de inconstitucionalidad. Esta realidad nos pone nuevamente en la situación de pensar propuestas de cambio que nos permitan contar con un sistema de justicia eficiente y eficaz. Esto solo se puede lograr a partir de un análisis crítico de la realidad. Y así debemos discutir no sólo cómo se eligen los jueces, sino cómo hacer para que la duración de los procesos sea razonable.
Para no entrar en un terreno de definiciones que no serían más que opiniones de quien les habla, quiero destacar que si hemos acordado con quienes me acompañan en esta nueva gestión trabajar arduamente en propuestas que contribuyan a mejorar nuestro sistema de justicia. En este sentido convocamos a las otras instituciones que hoy nos acompañan a trabajar conjuntamente en la elaboración de nuevos proyectos que permitan realizar cambios en beneficio del pueblo.
Para terminar quiero hacer algunas reflexiones personales sobre esta tarea de conducción con la que me siento muy honrada y que representa para mi un gran desafío. Fundamentalmente porque en los casi 80 años de nuestra institución soy la segunda mujer que va a presidirla. Y cuento con la desventaja respecto de mi antecesora, la Dra. Minyersky, que es la de no poseer una gran formación en temas de género. Por eso en estos días que más que nunca noté este déficit en mi formación, dediqué horas al tema y al aprendizaje del lenguaje neutro. Y en reuniones informales que tuve con nuestras socias que trabajan en la comisión de la mujer les pedí que armaran un proyecto para trabajar de manera transversal con las otras comisiones, de manera tal que la totalidad de abogadas y abogados de nuestra institución recibieron formación en temas de género.
Sé que el desafío es grande, pero grande también es la alegría que me produce estar en este lugar. Hace casi 25 años que transito cotidianamente los rincones de mi querida Asociación. Lo que soy profesionalmente se lo debo en parte a la UBA en la que recibí mi formación de grado y a esta institución que la completó. Aquí me ayudaron con mis primeros casos, me permitieron dar mis primeras clases, organizar luego cursos, dar mi primera conferencia, entrar en la mesa de la comisión de seguridad social, desempeñar todos sus cargos hasta llegar a presidirla, organizar un congreso y así llegar hasta este lugar. Por eso agradezco infinitamente todo lo que recibí y espero poder retribuir aunque solo sea parte de ello con mi trabajo que prometo desempeñar con el mismo esfuerzo que puse en todos estos años.
Muchas gracias, María del Carmen Besteiro